Derepente fue como si el mundo se hubiese cansado de esperar escondido tras la puerta del armario a que yo lo encontrara, entonces decidió salir para que yo me acordara que estaba ahí. Y fue cuando me di cuenta que no podía vivir como electrón en primer nivel de energía, fiel al núcleo que me llamaba por inercia, y decidí valerme de mi energía de ionización para dejar a ese átomo gaseoso (que antes gozaba de una impune neutralidad) más inestable que un ser humano con síndrome de bipolaridad, para ir a hacer mi vida como un electrón independiente. Aunque me quede sola y no signifiqué nada para científicos locos que inventan moles en cajas. Yo me voy feliz de la vida a buscar un núcleo que valga la pena para orbitarme a su alrededor hasta que una partícula cargada insida sobre nosotros para destruir nuestra neutralidad y convertirlo a él en un ión inestable y a mi en un electrón libre otra vez.-
(rayada con química)
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