Hoy realmente no fue un día para recordar.

Necesito llenar los vacíos con algo y entonces vuelvo a todo, recurro a cualquier cosa, incluso a los pretextos más imbéciles. Entonces confieso que te extraño, confieso que te quiero, confieso los recuerdos que se vienen a mi mente en un día como hoy y entonces me doy cuenta que quizás hoy no es un día para recordar con amor sino simplemente como algo que pasó y punto. Quizás hoy definitivamente no es un día para recordar en absoluto. A quién le importará... otra más de tantas veces, algo que no hace la diferencia en la vida de ninguna persona, a veces siento que ni siquiera en la mía, algo que a los ojos ajenos ni siquiera es bueno o como para contarlo. De hecho es un secreto. Un algo que se encuentra resguardado lejos de juicios de criterios formados y personalidades adultas. Entonces ¿por qué recordar? no sería más fácil solo desprenderme de todos los recuerdos y todas mis historias junto a vos ¿no sería mucho menos patético simplemente olvidar? ¿dejarte ir con toda la maleta de bonitos momentos y malas sensaciones, con las peleas, los llantos y también las cosquillas? ¿sería más fácil verdad? Claro que sería fácil, y en ese momento, cuando termine de desgastar mis minutos pensando en todas las cosas que podría haber hecho diferente en esta vida, cuando termine de mordisquear recuerdos melosos de hace dos años, cuando deje de buscarte detrás de la puerta o al otro lado de los cables, cuando me decida a reparar el maldito desastre que dejaste en mi cabeza, recoger mis cosas y seguir adelante, cuando todo eso pase; ya no necesitaré llorar por un par de abrazos. Ese día podré darme cuenta que dormir contigo es igual que dormir con cualquier otro, que los abrazos que no me diste me los dará otra persona, que no sos especial, ni bonito, ni bueno, ni amable, ni adorable, que el espacio vacío que dejaste lo va a ocupar cualquier otro diez veces mejor que vos porque no me vas a hacer más falta, y cada vez que digas que vendrás no necesitaré creerte para creer en algo y mantenerme ocupada, porque mis brazos estarán alrededor de otro cuello y mi boca estará confesando un amor de verdad y no materia plástica inservible, como todo lo que hubo entre los dos.