silvernight

nuestro delicioso existencialismo mezclado con la nula proyección al futuro cercano. las papilas gustativas excitadas con el vino. acostarnos con sabor a bombón de menta. revocarnos como si no tuviéramos que despertar temprano, como si a las ocho de la mañana con lluvia y todo yo no tuviera que correr de vuelta a acostarme en mi cama y pretender que nunca hubo existencialismo, vino o bombones de menta. entonces nos abrazábamos la noche entera y soñábamos los mismos sueños, yo lloraba porque ya te echaba de menos antes de irme y tu te reías y me ignorabas después me mirabas y era todo tan rojo azul y morado al mismo tiempo la noche no era negra era azul y tu cuerpo era plateado yo me acuerdo y te dije y te reías, nuestros cuerpos son plateados, y nos reímos. después me desperté con la lluvia, y nos habíamos quedado dormidos. ¿cuánto soñamos, cuánto vivimos, cuánto reímos? me miraste para que no me fuera pero desaparecí por la puerta así tal cuál, y me fui corriendo y tomé un taxi y me bajé en el lugar correcto y caminé hasta mi casa sin paraguas. y entré por la puerta y habían calcetines rosados de regalo y un shampoo rico que hasta ahora me recuerda las risas de los cuerpos plateados y los bombones. y el vino. y el existencialismo.