una carta para vos.

Me carga extrañarte a veces, no me sirven los consejos de ellos ni las palabras trilladas que me sé de memoria, de vez en cuando me hacen falta TUS consejos, tus cartas y tus dedicatorias y todas las fotos, todas las cosas que nunca me decías y que igual supe y todas las cosas que yo no te contaba ya me dan lo mismo en realidad, sabes que te quiero, sabes que te amo mucho, porque me quieres de igual forma y eso es lo único que importa a veces, que esto sea mutuo y no sean mentiras, que yo no doy más que tu ni tu más que yo, que somos amigos, porque uno puede hacer amigos nuevos pero no se puede borrar el recuerdo de los viejos, tu eres una de esas personas que no se me pueden olvidar. Odio que estés tan lejos, me dan ganas de ir a verte en tren, de ir a verte y encontrarte en el terminal y abrazarte y decirte que todas las cosas que han pasado se nos pueden olvidar y podemos volver a reír por las tardes y a beber café con mermelada sin querer o mentirnos y apretarnos la nariz con los dedos cruzados y entonces tenemos dos narices, somos cuatro narices en realidad, y en dos personas cuatro narices es mucho orificio, ocho agujeritos pequeños por los cuales respiramos recuerdos, aromas, respiramos las risas y los suspiros, respiramos y vivimos, en Valparaíso, en Talca, en Valdivia, respiramos y viajamos en tren sacando fotos, ojo de pez, gran angular, black and white, somos muchas personas que viven en pequeños lentes de cristal, aguantamos la respiración y morimos por un mes, nos dormimos, borremos este tiempo entre los dos. No me aguanto las lágrimas, tu sabes que nunca puedo aguantarme las lágrimas... no puedo aguantarme las traiciones ni los celos, ni tampoco puedo insensibilizarme para no querer morir por la distancia, pero creo que siempre vamos a ser amigos, sabes? Como el día en que nos conocimos y que nada podía ser más perfecto, desde ese día piense que puedes ser la mejor persona que conozco o conocemos y somos tranquilamente felices, andando en tren, muriendo un rato, reviviendo en fotos, aumentando los dientes con cada carcajada. Y tragamos saliva, y cruzamos los dedos, y aguantamos la respiración, y no pestañeamos, click, foto, apretamos el botón y nos bajamos del tren; cariño, ha sido un viaje corto pero muy movido, mejor quedémonos en casa y disfrutemos una taza de té, luego dormimos la siesta y podremos hablar otra vez.


P.D.: El correo tarda años, me gustaría que supieras cuánto te quiero, que estoy bien y de vez en cuando el té de canela me recuerda un poco tu reflex, que no quisiera decirte muchas cosas directamente pero sé que cuando te enteres será el tiempo justo y perfecto para que corras a la capital y nos abracemos un rato... antes de nuestra palabra.