Saturday, May 8
Easy to come.
Busqué entre la sangre un lugar para quedarme, busqué un silencio para aferrarme, pero los gritos me espantaron y busqué en otra parte un poco de calor para quedarme a dormir. El zumbido de un corazón medio apretado por los años y las malas experiencias retumbaba en mis oídos mientras sentía algo así como mil pequeñas agujitas clavando mis ojos y mis manos. Siempre quiero llorar. Sentía un placer culpable por encontrar en otro cuerpo lo que mi corazón no alcanzaba a retener cada vez que me encontraba junto al ente que se alejaba caminando entre la lluvia cualquier dieciocho de agosto, sentía culpa pero lo que importaba no era eso sino olvidar, y estaba olvidando, ya no podía pensar en la lluvia, ni en agosto, ni en el sujeto, y la acción estaba en mi. Así que me aferré cuanto pude a aquél cuerpo, no quise enfrentar la realidad. Era demasiado obvio ¿no? De pronto el cuerpo está gélido, y el corazón ya no palpita, oh, las pupilas han dejado de brillar ¿qué es todo esto? Entonces se desvanecen las débiles paredes que me aislaron por unos momentos de los recuerdos y te veo parado allí, y esas no son precisamente flores, pero sí son tus labios y es tu olor. Así que levanto los pies y vuelo un rato por entremedio de tu cuello, de tus brazos, de tu pelo negrito como el cielo de hoy, como la nube de ayer, me hundo despacito en tus ojos que no les hace falta limón por que están perfectos así, y sigo volando tranquila por entremedio de ti y de tu piel, recordándote, conociéndote y reconociéndote. No existe la perfección, entiendo, ya entendí. Pero hay un nosotros, lejos, o muy cerca, pero lo hay, y flota de aquí para allá cada vez que te miro y nos miramos y reímos o nos enojamos. Nos reímos de que salimos de esto fácil, pero pudo no ser así. ¿Para qué pensarlo, verdad? Estamos bien, we're ok, nous sommes bons, siamo buoni, uns sind gut, bem nós.-
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