Wednesday, May 5
The rainy sky.
Al final son los mismos miedos de siempre lo que me llevan de vuelta a ti cien veces más. Siempre es lo mismo, una casualidad manipulada por el más cruel de los destinos, una fuerza invisible que me atrae hacia lo más alto de aquél vértigo irracional que invade de a poco la guata y la llena de gusanos reptantes, o de flores, o de peces, y al final no sé que son pero lo que no queda de cordura me atrae a la adrenalina de pararme arriba del baño y quebrar espejitos para distraerme de la suciedad del suelo, o dormir en una camilla fría contar de no estar con el profesor hipnótico. Y llorar a veces, pero reír demasiado, más de la cuenta. Después dormir la tarde entera para evadir las matemáticas, por que a quién le importa si diez elevado al infinito es igual a la enésima raíz de cuatro por doce, yo me río no más por que a eso vinimos ¿verdad? Y aunque me duelan las piernas y pierda la razón cada vez que me hablas de cerca o me besas la espalda yo sigo esperando que el cigarro no haga el efecto inverso y nunca me haga aterrizar, que me ayude a quedarme en este mundo tan fantástico que creé para arrancarme de la realidad que me quiebra el corazón en trozitos. Prefiero mil veces reír hasta que me duelan los músculos, que me quede tiesa la boca, que me den convulsiones de risa y no sentirme tan sola como hoy por la mañana, prefiero no enfrentar nunca que a mi alrededor las cosas mueren y yo tengo que seguir solita pa'delante, mientras nacen nuevos corazones y otros dejan de sonreír. Derechito por aquí se llega a donde siempre quisiste estar, no dobles a la izquierda tres cuadras más arriba porque siempre te vas a equivocar.-
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