Saturday, May 15
Runaway.
Y aquella forma de respirar. Podría llenar mis pulmones y echar a volar, mirar desde arriba, otra perspectiva. Sentir las manos frías, congeladas, el pelo se cristaliza a estas temperaturas pero yo no siento frío ni miedo, sólo aguanto el aire en mis pulmones para seguir flotando. Desde acá todo se ve tan distinto. Me pongo a pensar que nunca fui feliz. Me pongo a pensar que el aire a mi alrededor hace que todo se vea más suave y esponjoso, me dan ganas de ponerme a saltar y otra vez me rio mucho pensando que la felicidad es un mito que no quiero creer, porque yo creo en la risa y en las lágrimas y el dolor y la pasión y esos abrazos que cambian los días enteros ¿qué es felicidad? yo no la conozco, la he visto pasar por aquí, he reconocido sus rasgos en tristezas y euforias, la he confundido con el amor y con las cosquillas, he jugado a describirla cuando apenas he aceptado que existe. Pero no, yo no he tenido el gusto de conocerla. Flotando despacito sobre esta ciudad inmunda se me enredan los bichos en el pelo. Quisiera conocer el mar en su totalidad, viajar lejos corriendo y no cansarme nunca de correr, luego dormir debajo de un árbol encima del pasto y despertar en alguna cama de sábanas azules, con tulipanes amarillos a mi lado, un cafecito con crema si no es mucho pedir y muchos abrazos de desayuno. Mi felicidad está en imaginar, en sentir, en saber que en alguna parte del mundo puedo volar y que las personas se hacen chiquititas cada vez que llego a la esquina y tengo la esperanza de encontrar un gatito que me diga miau. Me duele el útero y me lloran los ojos. Hoy no ha sido un buen día pero esta vez no voy a decirlo.-
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