plutón.

esto de estar tan perdida y sentirme tan bien, esto de tener tantas dudas y resolverlas todas a la vez, esto de mirar por la ventana y ver como amanece todos los días, de perderme en los paseos de la mano, perderme en conjunto y no perderme sola, y dar vueltas en círculos, con todo, con el reloj, con el mundo, con el Cristian, con ese otro, whatever, demos vueltas en círculos, es entretenido, marea, pero es divertido. Me gusta cuando él me mira desde Plutón y me hace creer todas sus mentiras, porque sé que son mentiras, todo está tan planificado y mega estructurado en su discurso de disculpas, todas las miradas y las caricias mecánicas me las sé de memoria, pero creo que al fin y al cabo disfruto viendo como desmorona mi mundo y lo reconstruye en un segundo, como me hace creer que nada ha pasado por aquí, el huracán vino y se fue amor, ya no hay nada que temer. El mundo cambia muy rápido sobre mi y esto es mucho que asimilar, tanto que pensar, una taza de café va a ayudar, para divagar, reflexionar, meditar y odiarlo y amarlo más otra vez, seguir siendo una maldita adicta a la droga que es su olor, su sabor, algo que no me pertenece, algo manoseado y manipulado por esa otra mujer y que ahora vuelve a mi menos sabroso pero igual de potente. Mejor creer. Mejor le creo todo y no pregunto nada más. Así es más fácil. Lo que sea. No importa. Demos vueltas en círculos y si vuelve a ella cierro los ojos. ¿Así está mejor? ¿Eso fue lo que dijo? Bueno, ya perdió importancia. Yo estoy aquí. Los domingos en la mañana siempre estoy aquí.