Sunday, October 3
tanto tiempo.
No sé por qué decido quererte en este momento. Lo decido, sí, en plena consciencia de las consecuencias que traerá quererte, lo decido cuerda, lúcida y viva. Pero no sé por qué lo hago. Simplemente lo decido. Yo, que destripo cada motivo que me ha llevado a estar contigo hoy para comprender precisamente por qué estás aquí hoy. Yo he comprendido que mis sentimientos por ti van más allá de cualquier cosa que haya entre nosotros. Quererte va más allá de los recuerdos, de los ciruelos cortados, de las llamadas que ya no existen, por que para mí quererte ha dejado de ser simplemente algo que ocurre ahora. Por fin me doy cuenta que querer no tiene ninguna razón para ser menos que amar, y no tengo demasiadas esperanzas de lograr comparar dos sentimientos tan diferentes. Amar ha dejado de ser el paso que sucede al querer. Me he sentado a esperar que todo pase. A mis pies todo es confusión y sobre mi sigue estando el cielo, cada vez que miro por la ventana está ahí, y me he convencido de que el techo más seguro es mi cielo, mis estrellas, las mismas que alguien -que hoy parece tan lejano- me regaló entre un par de besos ignorantes. Decido seguir queriéndote. Y no es porque sea más fácil, porque realmente no lo es. Lo más fácil sería simplemente dejar de hacerlo. Pero no, aquí estoy. Sigo queriéndote, he decidido que te querré para siempre. No importa nada de lo que ocurra alrededor. Sé que jamás te amaré de nuevo. Ya es tarde para eso. Quererte es lo que cuenta. De todas formas... soy tan feliz cuando estás cerca.
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