Yo odio el verano, no me gusta el calor y siempre he amado el frío. Pero hoy, extrañamente, tengo ganas de una noche sofocantemente calurosa, de salir desabrigada con una botella de agua en la mano y bailar, bailar, bailar y reventarme hasta que se apaguen las luces y se encienda el alba. Quiero tener un parlante cerca de mi oído para no escuchar ni mi conciencia, unos labios cerca de mi boca y sin tocarnos despegar, desde el suelo hasta el cielo en ese sonido inconfundible que tiene la obsesión. Pero estoy aquí, encerrada, temblando de frío, de nervios, de pena, de rabia, de soledad, de confusión. Estoy temblando por de estas canciones que evocan tiempos pasados y de ese sabor dulce que me dejaste con el último beso. Quiero que me ayudes a salvar el mundo, que me des valor para enfrentarme a mi misma y desaparezcas para que yo pueda olvidar todo. Se busca voluntario dispuesto a atropellar(me) para perder la memoria después de unos meses en coma.-
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