Tus abrazos que me abrigan más que el sol de verano, tus melodías que llenan mi mundo así como las olas llenan el mar, como tus ojos llenan mi corazón, como tu sola presencia me llena de felicidad. Gracias por regalonearme cuando me siento mal, por cantarle canciones a mis ovarios que son tan crueles y por llenarme de amor cuando ni siquiera te lo había pedido (pero lo deseaba tanto). Por leerme los pensamientos hoy, hacer que me olvidara del dolor, tomarme de la mano y fingir que nos amámos, por casarte conmigo y por ser tú, solo por ser tú. Porque yo sé que tu serás quién va a colgar mi mente de una soga para que se seque de problemas, y que estará en mi cama jueves y domingo para estar en mi alma todos los demás, quién pondrá tachuelas en mis zapatos para que recuerde que voy caminando, tu serás ese a quién no le deberá importar mi ropa (si total me voy a desvestir, para amarlo). Pero estaremos tranquilos como un domingo en la mañana, tocando canciones para nuestra muerte y acordándonos de nuestra infancia cuando cantemos sobre Mr. Jones.-
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