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- Sé que me quieres, me lo haz repetido tantas veces que no cabe duda alguna en tus palabras, pero nunca he sabido ¿para qué me quieres?
- Buena pregunta cariño, buena pregunta...

Prefiero quebrarme de pena, morirme despacito y deshojar suavemente las esquinas de los recuerdos. Acurrucarme a tu lado, aunque sea para ver tele, pero acurrucarme y sentir que el mundo es pequeñito como antes y que es posible seguir siendo feliz contigo. Pensar que la vida siempre ha sido tan monótona y que los días duran 24 horas no más y el tiempo nunca se detiene y técnicamente siempre vamos avanzando (aunque hace años estamos aquí pegados). Comentarte así como por casualidad que me duele el corazón cada vez que recuerdo tiempos pretéritos en los que la vida fue tan dura conmigo y con los sentimientos, recordarte que mi corazón te quiere para siempre pero nunca va a olvidarse de los errores, y que los errores me amarran al pasado, y el pasado está podrido y me impide sentir que esto es incondicional, me impide creer que no me vas a dejar sola, que no quieres equivocarte otra vez. Las heridas que dejaron cicatrices en mi me obligan a recordar que si ya mentiste una vez nada te cuesta hacerlo de nuevo. Pensar que puedo ser feliz lejos de ti, que puedo acurrucarme con otra persona, que con cualquier otro empezaría desde cero y no tendría que quebrar recuerdos para confiar otra vez. Pensar, fantasear con ese tipo de ideas, dormir en la tarde y soñar que nada ha pasado, que estoy llorando sola en mi casa y nunca sonó la campana, que nunca llegaste a consolarme y nunca nos besamos la primera vez, que nunca fuiste a buscar la frazada, que nunca prometiste quedarte para siempre, que nunca dije que te amaba con locura, que nunca me entregué tanto un domingo cualquiera. Despertar, tomarme la pastilla, sonarme los mocos, esperar que llames, saber que no vas a llamar, querer que sea mañana, creer que puedo dejarte, seguir igual que siempre. Ir a tu casa mañana y darte un beso, darme cuenta que mientras lloraba la noche anterior no recordaba que tus besos me llevan tan alto ni que una tarde contigo soluciona todo. Recordar, de pronto, que nunca me siento tan feliz como cuando estoy contigo.