Saturday, June 13

Cuando respiro en tu boca.-

Estaban de pie en el mismo lugar de siempre, muy cerca el uno del otro pero sin tocarse. Las miradas les decían más de lo que necesitaban saber. Tenían que hablar, esta vez con palabras, pero era el ímpetu de sus cuerpos que no dejaba que articularan ni una sola palabra. Estaban locos. Locos de amor, de impulsos, de sentimientos, de proyecciones. Estaban solos. Se amaban, más de lo que cualquiera de los dos admitiría jamás. Querían besarse, amarse, abrazarse, tocarse, sentirse. Querían ser más. Querían vivirse. Nada les impedía estar juntos, salvo ellos mismos. Querían ser uno solo. Tenían un solo corazón. Estaban extasiados. Deseaban sus cuerpos. Necesitaban el olor de sus pieles, el ardor de sus ojos, sus manos, necesitaban amor. El corazón les iba a estallar. Pero esta vez no querían volver a caer. Era ese amor, ese amor que destruía ciudades enteras. Ese amor que destruía reputaciones, familias, dignidades. Ese amor que no tiene para donde salir y explota dentro de los corazones. Sus ojos estaban humedecidos de reprimir esos sentimientos. No quisieron tocarse para no quebrantar esa distancia que los resguardaba de sus propios impulsos. Se despidieron con palabras, y él se guardó sus deseos de amar en el bolsillo roto de su chaqueta de cuero mientras ella subía las escaleras con la esperanza de no volver a verse jamás.

2 comments:

Javier said...

COPIA ? u.u

Javier said...

wusakjskas
es que lo ví i me enamoré
yo tambieeeeen :D