Wednesday, July 20

Let it road..

Esa mañana no me dieron ganas de acercarme a tu cuerpo. No me dieron ganas de romper esa quietud maravillosa de tu pecho que subía y bajaba complaciente, no sentí la necesidad de acercarme a tu cuerpo, cuando no me mirabas y estabas dormido. No sentí la necesidad de despertarte antes de irme, antes de dejarte, no me dieron ganas de interrumpir tus sueños hermosos, tu cansada soledad, tu hermosa libertad. Entonces pensé que "Cuando realmente se ama, se deja ir" y fue un poco más fácil cerrar la puerta, y olvidarme que estabas del otro lado, aunque tuve que correr bajo la lluvia, como en esos cuentos que no nos gustaban. Tuve que alejarme lo más rápido, porque a cada paso crecía la incertidumbre, de lo que había en tus sueños, de si debí despertarte ese día y besarte antes de desaparecer. Tiempo después surgen las dudas, de si desaparecí yo o desapareciste tu, de si valió la pena correr y llegar empapada de lágrimas de cielo y lágrimas de pena, y después sentarme en una plaza random a divagar sobre decisiones difíciles y decisiones correctas. Cuánto miedo sentí al dejarte, cuánto miedo sentí al reencontrarte, y ahora que no me queda absolutamente nada, siento miedo de volver a sentirme de esta manera tan extraña, esta necesidad de ti, esta vuelta a empezar, pero ahora tan sola. Tan putamente sola.



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