REFLEXIÓN.-

No sé porqué cada vez en mi vida que siento que todo está bien viene algo -o alguien- y me tira para atrás, diciéndome que en la vida nada es perfecto, que los momentos que añoramos no duran para siempre, que las personas son falsas, que nada es como esperamos que será. Entonces, ahora que todo se ha calmado y estoy mirando por mi ventana con una sensación de plenitud envidiable: ¿Adónde estás, voz desesperanzadora? Quizá, todas las veces que venías a quitarme las sonrisas lo hacías con un propósito. A ver... ¿Cuál? Quizá esa vocecita pesimista estaba dispuesta a quitarme las sonrisas temporales y dejarme ver el mundo tal cual como es; sin ponerle ni quitarle. Osea que en el fondo esas palabras estaban destinadas a hacerme sufrir un poquito para que pudiera realmente darme cuenta de lo linda que es la vida.-

(y yo que la estaba odiando)

No puedo creer que haya escuchado un te amo de su boca. No puedo creer que justo en el día de hoy me haya abrazado y me haya dado el beso más lindo que me ha dado. No puedo creer que me haya mirado a los ojos y me haya hecho sentir que es verdadero, que él es de carne y hueso. Pero algo no me deja avanzar, algo que me dice constantemente que no debo creer, que no caiga otra vez, que está mal. Y, aunque mi horóscopo es favorable, siento que la próxima semana estaremos en las mismas que hace 5 meses. Es raro y confuso, pero a la vez me encanta. Puede ser una de las deciciones más difíciles que tengo que tomar. Pero definitivamente tengo que decidir luego.-

(Por lo menos antes de que él decida por mi)