(aplausos)

Dime si hay algo más real, más ficticio, más cochino, más puro, algo mejor, algo peor, algo más tierno o algo más frío. Hubo una felicidad tan grande, un placer insuperable, una satisfacción gigante... y también estuvo ese dolor. Porque experimentamos el anonimato precoz, las vueltas que marean, el amor que embriaga y los músculos tensos. Engañamos al público, en esta actuación que los dejó a todos perplejos y casi nos llegamos a creer nosotros mismos. Pero no, no es verdad. No es un error, porque no es verdad. No hay nada más inocente, insolente, indecente, inexplicable, inolvidable. Sí, creo que la cagé. La cagé con llorarte tanto. Somos tan falsos. Ahora ríe, amor, ríe a carcajadas porque la función a terminado. Hace una reverencia tomándome la mano y sonríe, sonríeme. La crítica nos va a amar. Pero, espera. Escucho tu sinceridad ¿estás hablando en serio? Era difícil olvidarme de ti mientras eras un idiota, y ahora que me hablas de amor, de tiempo, de arrepentimiento y de tus errores; ¿que mierda esperas? Yo sabía que no iba a resultar. Ahora aplaude y siéntete orgulloso de participar en esta farsa, porque lo que es yo, no encuentro la hora para salir arrancando de tu reparto espantoso.-