Amor violento.

Soy débil, llorona, sensible y en proceso de maduración. Ya no me gusta llorar en público, me molesta estar ubicable a través de un aparato endemoniado llamado teléfono móvil, por eso lo apago y por eso lo maltrato y luego se muere. Es raro sentirme tan triste. Mi horóscopo dice que tengo que perdonar y extrañamente perdoné a dos de las personas que más daño me han hecho en toda mi vida, y no me costó nada, no les tengo ni una gotita de rencor. Pero tengo miedo, y me chorrea agua por los ojos. La herida estaba cerrando, el doctor dijo que la dejara reposar y que no la tocara mucho, me puso un parchecurita y me mandó para la casa. Pero él llegó de improviso y sin avisar, arrancó el parche de un solo tirón y comenzó a abrir la herida descaradamente, me rasguñó, me golpeó, y la herida -otra vez abierta- comenzó a sangrar. Y así estoy ahora. Asustada, dolida, dañada y sacando fuerzas del aire para no cambiar el no. Se supone que tengo que sonar decidida. Cuándo será el día de respirar en paz? Cuándo podré por fin secarme las gotitas de emoción de las mejillas no exfoliadas (y que no se vuelvan a mojar)? Me falta tiempo, me falta amor, me faltan ganas, me falta cabeza, me falta razonamiento, me falta sentido común. Me falta corazón.