Monday, November 2

Manitos de algarrobo.

El otro día fui a ver a mis abuelitos como lo hago cada fin de semana por medio desde hace más de 10 años. A pesar de todo, para mi estos años han sido como agua, a ellos no se les nota en nada -según yo- el paso del tiempo, y lo único que cambia es que cada vez los miro desde un poco más arriba. Pero cuando entré a la habitación sentí un olor cargado de recuerdos. Todavía me cabeceo pensando qué es lo que me recuerda ese olor exactamente, pero lo que sé es que me dio la impresión de que envejecieron. Es raro, porque nunca me había pasado algo igual, pero el sentimiento era nítido, no así los recuerdos. Me di cuenta que quiero devolver el tiempo y cambiar mi vida junto a ellos, dejar el maldito régimen de un fin de semana por medio y escaparme a verlos a cada rato, cosa que podría haber hecho antes pero no ahora que me falta tiempo para todo. Siento que no he aprovechado a mis viejitos como se lo merecen. Ahora les voy a sacar el jugo, aunque no tengo tiempo, ni plata, ni neuronas.-


No comments: