Conocidostad.-

- Estás loca.

- Si lo sé, pero qué más dá.

- Qué más dá, filo, da lo mismo... me aburro de escuchar tu indiferencia.

- Mentira, no te aburres de escuchar mi indiferencia porque no la escuchas, lo único que escuchas es un grito constante de autorecriminación. Sabes que me siento pésimo. La indiferencia es pantalla.

- Te conozco.

- Mentira.

- Si te conozco. Sé que blogger te cansa la vista.

- Eso lo sabe cualquiera.

- Yo sé que te duele corazón.

- ¿Ah si? ¿Y por qué?

- Por insegura. Porque crees que no es posible.

- Cállate.

- No te preocupes, yo sé que es posible.

- Cállate.

- No es malo hacerse ilusiones...

- ¡Cállate! ¡Si es malo hacerse ilusiones! Después me va a doler más.

- Si no tienes ilusiones cuando pase no será tan bueno.

- ¿Ah?

- Si... si no tienes ni una gotita de ilusión, cuando pase lo que crees que no pasará no te sentirás en tu cuento de hadas.

- ¿Y si no pasa? ¿De nuevo me enojo con Walt Disney?

- Tienes que confiar.

- ¿En quién?

- En ti.

- No sé, no te creo.

- ¿Ves?

- ¿Qué?

- Si no confías en mi no puedes confiar en ti.

- Me estresas.

- Y tu a mi.

- ¿Y si de verdad no pasa?

- Cállate.