Ella

A ella la dejaron sola con el corazón roto por el hombre que la amó. Ella estuvo sola y tuvo miedo. Ella salió adelante con sus hijas. Ella decoró su vida con las sonrisas más superficiales para que nadie se diera cuenta de los añicos que sobresalían de sus bolsillos. Ella sabe lo que significa el amor por corazón y no por sangre, ha tenido cientos de hijos y cientos de hermanas. Ha tenido y también los ha perdido, porque ella sabe de traición por experiencia propia. Ella ahora es mayor. Puedes encontrarla por las tardes lanzando suspiros desesperanzadores, limpiando su casa, temiendo cada vez más que sus hijas cometan sus mismos errores, durmiendo la siesta. A ella se la pierde la mirada cuando observa su taza de té, mientras mastica su pan bajo en calorías o mientras unta mermelada diet en sus galletas de soda. Puedes escucharla gritar si haces algo que no le agrada, o también puedes verla callar por el momento hasta encontrar un blanco perfecto -o humano- para descargar sus críticas destructivas en honor a los demás. Ella sufrió por su madre, por su padre, por su hermana. No quiere estar sola, ella teme estar sola, pero está enfermando y envejeciendo cada vez más y sus hijas con familias constituidas no están dispuestan a hacerse cargo de su malhumor. Ella es mi abuela, y así como es sigo creyendo que es la mejor.-